Nos encantan los retos y este es uno de ellos.
Cuando llegamos el piso estaba tapiado, no había puerta, y al derribar la pared nos encontramos con el «antes». El foco del fuego se inició en la entrada lo que nos obligó a reforzar la estructura. Una vez hecho esto nos pusimos manos a la obra, realizando una reforma integral de la que nos sentimos muy orgullosos no sólo por el resultado, sino por la satisfacción del cliente.